déjame ser mañana en tu mañana,
déjame ahogar la pena que te aplana,
déjame con mis propias decisiones.
abriré con mi aliento la ventana
de un mundo azul de besos, sé fontana
que nutra de aire fresco mis razones.
y escucha en ti latir la esencia humana.
Romance dedicado a Enrique, que con 6 años, de acogida, preguntaba continuamente ¿qué pasa?
sin saber donde lo mandan
o aún peor deseando
que mamá no vuelva a casa,
porque tiene papás nuevos
colmando todas sus ansias.
Es una historia bien triste
mas hoy común en la infancia.
conoció una vida sana
orden, disciplina y juegos,
que terminan la mañana
en que vuelve a su rutina
con su madre ya curada.
la realidad es amarga,
comienza un nuevo descenso
el mismo día del alta.
con la duda en la mirada
por mucho que lo pregunte
nunca sabrá lo que pasa.
Mari luz, linda amapola,
campanilla amanecida
con melindres de princesa
Pluma apresada en el vuelo,
derribada golondrina,
sueño de miel y vainilla
mientras se ahogaba la vida,
la bulería en tu sangre
se hizo quejio sin malicia,
dormidos los labios fresa
murió la canción marchita.
Se callaron las cigarras,
tu alma se hizo mariposa
y florecieron al tiempo
las flores de la marisma
para proteger con mimo
tu cuerpo inocente, niña.
Mari Luz, una semana.
Mari Luz, giras las palmas al vuelo
como un torbellino que te sabe hermosa,
que te quiere libre, jugosa manzana,
y tu raza asoma, niña confiada,
los pies en el viento, los ojos de ciervo
la boca granada de lunitas negras,
risa revoltosa, mal fario y silencio.
¿Dónde está el gusano que pudre tu huella?
¿cuántas azucenas cortaron tus miedos?
¿quién pensó tu risa? ¿qué soltó tu pelo?
Cuando la marea te vuelva a la roca,
pobre gaviota, llorará la arena,
callará la barca
y por la marisma sonarán las olas.
Artesana, 20-1-08
Desde el horno crematorio
a la centrifugadora,
la raza depredadora
encuentra un chivo expiatorio.
Sin funeral ni velorio
con estudiada disculpa
te trituran como pulpa,
holocausto sin frontera
del progresismo bandera
sin tener ninguna culpa.
Artesana. Nov. 2007
Madeleine, tú tan bonita,
aliento de caramelo,
tan niña, tan inocente
y ya tan grande tu miedo,
¿Que espanto no habrán vivido
tus ojitos tan despiertos?
¿Quien apagaría su luz
sin apiadarse de ellos?
Como la bruja del cuento
la muerte te esta acechando,
se está enredando en tu pelo,
a muerte huele tu ropa,
a muerte el último beso.
¿Como no va a oler a muerte
con tanto buitre rondando
tu cara de terciopelo?
Artesana. Sept, 2007
ANGELITO MUERTO
Pegajosa y tiesa, como un chicle negro
la sangre en tu pelo.
Pececillo muerto, sin brillo, sin centro
tu ojito entreabierto.
Manitas cerradas, mariposas muertas
con un caramelo.
La boca, el chupete aun calentito
cayó despacito.
Acurrucadito, dentro de su cesto,
Ya no tenia pulso, ni vida ni aliento,
angelito muerto
Nunca ya mas risas, ni cantos, ni juegos,
la esperanza rota, la vela en el suelo.